miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Has sufrido abuso, persecución en tu congregación?

Sucede muy a menudo en la gran mayoría de congregaciones cristianas.
Puede ser varios los motivos, pero si esta se presenta por no sujetarte a los preceptos, doctrinas, tradiciones que hay se enseñan, hay que ver porqué no las aceptas o crees.
Es muy común que la gente asista a sus reuniones, participe en ellas aunque sea solo con su presencia, escuche el mensaje del predicador en turno y se vaya a su casa creyendo fielmente lo que se predicó.

Cuando te atreves a comprobar por ti mismo en la Biblia lo que te enseñaron bajo la guía del Espíritu Santo, te encontrarás que muchas enseñanzas no encajan con otras escrituras, o sea no ves congruencia, vas con la duda a preguntar a tus líderes espirituales de la Iglesia donde asistes, y muchos (no todos) no tendrán paciencia para explicarte las cosas, se molestarán por poner en duda sus interpretaciones bíblicas: dicen cosas como hermano usted está tergiversando lo escrito en la Biblia y otras cosas, al final te dicen que ellos tienen la interpretación correcta de la misma por el hecho de ser el líder del lugar, mi título, diploma, cargo de Pastor, ministro, sacerdote, reverendo, obispo, me respalda, Dios dirige su Iglesia a través de sus líderes, tenemos la unción del espíritu Santo para el cargo que tenemos.

Si no aceptas su dichos (muchos de ellos son legalismos), doctrinas, tradiciones, formas de vestir, terminan llamándote, rebelde, insujeto, hereje, hasta blasfemo, y si no te corriges aplican castigos como quitarte de el ministerio que desarrollabas en la Iglesia según tus dones, te hacen la ley de hielo, te maltratan espiritualmente haciéndote menos y bombardeándote desde el púlpito señalándote directa o indirectamente tus errores.
El abuso llega a tal grado que terminan expulsándote de la congregación y si no simplemente con su "maltrato santo" esperan con te salgas voluntariamente.

Jeremías 23:1 ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová.
Jeremías 23:2 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová.
Jeremías 23:3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.
Jeremías 23:4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.
Sofonías 3:13 El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice.

Amonestación para los pastores y esperanza para las ovejas maltratadas:
Ezequiel 34:1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Ezequiel 34:2 Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?
Ezequiel 34:3 Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.
Ezequiel 34:4 No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.
Ezequiel 34:5 Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado.
Ezequiel 34:6 Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas.
Ezequiel 34:7 Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová:
Ezequiel 34:8 Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas;
Ezequiel 34:9 por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová.
Ezequiel 34:10 Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.
Ezequiel 34:11 Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré.
Ezequiel 34:12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.
Ezequiel 34:13 Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.
Ezequiel 34:14 En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.
Ezequiel 34:15 Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.
Ezequiel 34:16 Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.
Ezequiel 34:17 Mas en cuanto a vosotras, ovejas mías, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos.
Ezequiel 34:18 ¿Os es poco que comáis los buenos pastos, sino que también holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas claras, enturbiáis además con vuestros pies las que quedan?
Ezequiel 34:19 Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis enturbiado.
Ezequiel 34:20 Por tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca,
Ezequiel 34:21 por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis.
Ezequiel 34:22 Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja.
Ezequiel 34:23 Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor.
Ezequiel 34:24 Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.
Ezequiel 34:25 Y estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán en los bosques.
Ezequiel 34:26 Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.
Ezequiel 34:27 Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos.
Ezequiel 34:28 No serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán; sino que habitarán con seguridad, y no habrá quien las espante.
Ezequiel 34:29 Y levantaré para ellos una planta de renombre, y no serán ya más consumidos de hambre en la tierra, ni ya más serán avergonzados por las naciones.
Ezequiel 34:30 Y sabrán que yo Jehová su Dios estoy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
Ezequiel 34:31 Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario